VIAJE  A  CANTABRIA

09.04.2019

Rafa -  dq-vd  - Mayo 2018  -   1.200Km. en  3 Días

Primer día: Madrid a Santander por el Valle de Cabuérniga-La Hermida

Segundo día: Ruta por 6 puertos de Cantabria y Burgos

Tercer día: Regreso a Madrid


Primer Día  -  Un viaje a mi segunda tierruca donde pasé trece años de mi juventud por eso es especial para mí, y si a ello le sumo hacerlo en mi Maxsym 400 doblemente más bonito, yo diría que fascinante para mí.

He de decir que hasta que llegué a Cantabria tuve que recorrer toda Castilla con sus llanos y campos de cereal, y sus largas rectas que me recordaban pasajes históricos ocurridos en ella. Vamos que me sentía un caballero al galope de mi montura camino de Olmedo- Valladolid- Palencia -Tierra de campos- y por fin el Puerto del Pozazal , puerta de entrada a Cantabria, ahora es una carretera casi abandonada (N-611) que discurre paralela a la autovía A-67 pero una verdadera muralla cuando arrecia el mal tiempo. En estos viajes es de donde se ve realmente la comodidad de una moto y he de decir que la Maxsym tiene una comodidad superlativa y se devora los kilómetros impasible.

Ya en Cantabria me dirijo a Cabezón de la Sal importante y bonita localidad que bien merece una parada, pero mi objetivo era otro y a por él íba aunque aquí comenzara mi ruta.

Me encamíno al Valle de Cabuérniga y su antiguo mirador de La Vueltuca que ya no se puede llamar mirador pues los arboles no dejan ver el magnífico paisaje, una lástima. Seguidamente el mirador Asomada del Ribero con el bonito pueblo de Carmona a sus pies. De ahí a Puentenansa y desvío a Rábago con su famosa Cueva del Soplao y su mirador con la Sierra de Peña Sacra al fondo como barrera.

Bajé el Collado de Ozalba y su mirador La Píquere, después de pasar por La Fuente parando en su bonita iglesia de Santa Juliana, el mejor ejemplo del románico en toda la comarca Saja-Nansa. Ahora me quedaba otro alto el Collado de Hoz para ir al bonito y espectacular mirador de Santa Catalina desde donde se puede observar desde un plano superior el final de nuestra ruta, el desfiladero de La Hermida,  formado por el rio Deva y cuya población durante varios meses en invierno no recibe directamente los rayos de sol. De ahí a Santander a descansar. La moto sin ningún problema y un consumo de mechero.

Segundo Día - El segundo día comencé en Ramales de la Victoria donde cargué las pilas con un buen desayuno para iniciar la pequeña maratón que me propuse . Ramales cuenta con una arquitectura popular muy bien conservada, con miradores acristalados y algunas casonas de indianos con bellos jardines y verjas, se encuentra a los pies del primer puerto Los Tornos. Escalón que pensaba superar para adentrarme en la provincia de Burgos varias veces a lo largo del día cruzando en esta ascensión la localidad vasca de Lanestosa.

Este puerto ofrece una vista sensacional de las tres provincias en su mirador del alto. Pasar de Cantabria a Burgos tiene el contraste de la verde vegetación de la primera con el seco y amarillo de la segunda y la diversidad de paisajes. Parando en cualquier lugar de la ruta puedes oír ver y sentir la naturaleza en estado puro y disfrutar de ella, como en el siguiente puerto Portillo de la Sía, con su refugio mirador y las evocadoras palabras que Gerardo Diego le dedicó. "Niebla niebla en la Sía,la clara nitidez del valle idílico, los oscuros, concretos cajigales de Quintana y La Gándara..." y hacía allá fuimos a la frondosidad de La Gándara con Collado del Asón y el espectacular nacimiento del Asón no sin antes cruzarnos con el animal icono de esta tierra "la vaca".

Después de cruzar Arredondo recorrí el serpenteante puerto de Alisas con el monumento al ciclismo, para bajar a Liérganes en de donde no podía irme sin hacerme una foto con su famoso y legendario "hombre Pez" y al fondo el paisaje con las llamadas "Tetas de Liérganes " que aquí bautizando lugares no les gana nadie.

Llegando a San Roque de Río Miera decidí afrontar el quinto puerto del día, Portillo de Lunada cuyo asfalto irregular no me hizo desistir de la intención de coronarlo no sin antes parar en los dos miradores que tiene y ver que había merecido la pena llegar hasta allí y observar la pared granítica que presenta y sus impresionantes vista de La Montaña Pasiega.

Ya superada esta muralla natural y en tierras burgalesas puse  fin a la ruta en el siguiente puerto de Estacas de Trueba con una carretera magnifica con curvas perfectas y asfalto muy correcto que me deja un buen recuerdo de esta tierra y de su tesoro paisajístico.

Un saludo y nos vemos en la carretera.

Rafa - dq-dv