Baleares en Maxsym

02.09.2019

Organización y preparativos

¿Por qué no ir a las baleares en moto?

En veranos anteriores mi pareja y yo habíamos ido a las Baleares y a otras islas mediterráneas (Sicilia, Malta, Córcega o Cerdeña) en avión o en ferry, pero con coche, y la experiencia del ferry nos pareció interesante, fácil, muy funcional y económicamente más barato que la suma de los billetes de avión más el coche de alquiler. Además, el viaje en Ferry tiene el atractivo intrínseco de navegar, contemplar y vivir la experiencia del aire marino al surcar el Mediterráneo, y que además puedes aprovechar el viaje para dormir en el barco y llegar a tu destino descansado y aseado. La travesía Barcelona-Palma dura unas 7 horas, lo justo para cenar algo una vez embarcados (los ferries suelen salir desde la península por la noche, entre las 22:00 y las 23:00) y retirarse a descansar en un camarote, ya sea de uso exclusivo o compartido.

A esto le sumamos que en verano, sobre todo en Agosto, las islas mediterráneas se llenan de turistas y el acceso a muchos puntos interesantes (las capitales, Palma, Ibiza, Maó y Ciudadela, o las playas y calas más concurridas) sufren verdaderos problemas de aparcamiento; para llegar a, por ejemplo, Cala Macarella en Menorca, en Agosto, y encontrar sitio para aparcar hay que madrugar mucho, pero mucho-mucho, y ni el madrugón te garantiza que encuentres dos metros cuadrados para poner tu toalla en la arena...

Y como elemento clave, el clima: garantía casi total de sol y calor, con muy poca probabilidad de lluvia, hace que la moto sea el medio ideal para moverte por las Islas Baleares.

¿Y el equipaje?

Una moto no tiene la capacidad de carga de un coche, por muy Maxsym que sea (el baúl trasero y el espacio bajo el asiento tienen espacio suficiente para albergar el equipaje de dos personas durante un fin de semana, pero no para dos semanas, que era nuestro tiempo disponible). Las maletas semirrígidas GIVI 101b, de hasta 40 litros de capacidad cada una desplegadas en toda su extensión, sumadas a los huecos del topcase y asiento deberán bastarnos (nos bastaron, de hecho) para albergar el equipaje de dos adultos para quince días, teniendo en cuenta que el clima en Baleares es benigno y no es necesario acarrear ropa o calzado de abrigo, siempre más voluminoso y pesado.

Organizando el viaje.

Hay buscadores especializados en Ferries (como aferry) y todas las navieras tiene su web de compra on line de billetes. Tras una búsqueda de tu trayecto y fechas, optamos por Balearia parra todos los desplazamientos por sencillez. El embarque de la moto es mucho más barato que el de un coche, y para los trayectos largos (en nuestro caso, el Barcelona-Palma), merece la pena incluir un camarote para descansar y asearse en la travesía, y así llegar por la mañana al destino frescos y descansados. Para que os hagáis una idea, el billete de dos personas en camarote doble y la moto venía a costar, en temporada alta, unos 300 €, que teniendo en cuenta que te ahorras una noche de hotel, está razonablemente bien.

Como nos gustan los recorridos circulares (ya sabéis, la primera ley del excursionista curioso: nunca volver por el mismo camino que fuiste ;-) pensamos en ir a Mallorca vía Barcelona y volver, desde Formentera, por Denia. Los ferries intermedios (Palma-Ibiza e Ibiza-Formentera) son más sencillos y cortos, no requieren mayor previsión que reservarlos con antelación; lo más complicado, y lo que sí requiere una gran antelación, es reservar los camarotes en los desplazamientos largos, porque se agotan muy rápido en temporada alta.

Los hoteles, como habitualmente hacemos, los seleccionamos y contratamos vía Booking, y eligiendo la zona aprovechando nuestro conocimiento previo de las islas, con criterios de proximidad a la playa, valoración de clientes alta o muy alta y siempre que nos es posible, "only adults"; Valentin Peguera en Mallorca, Grupotel Ibiza Beach Portinatx en Ibiza y Cala Saona en Formentera. Si hubiéramos dispuesto de una semana más habríamos ido también a Menorca, pero no nos era posible.

Preparación de la moto.

Coincidió que unos días antes de salir hacia las Baleares me tocaba hacer la revisión de los 18.000 km a mi Maxsym 600i (una kilometrada en solo 16 meses, la verdad es que la estoy exprimiendo duro...), y además de la revisión habitual de la marca aproveché para cambiar ruedas, así que salí con la moto perfectamente revisada y a punto para recorrer los aproximadamente 2.000 km que preveíamos hacer.

Las maletas semirrígidas os recomiendo que las montéis antes de salir para probar el sistema de anclaje; yo lo dejé para el último momento, el mismo día antes de salir, y sudé la gota gorda para encontrar la manera de anclarlas perfectamente, sin que se muevan ni toquen el escape ni molesten al pasajero. Unas pequeñas piezas de tela para evitar que los ganchos de los pulpos arañen la carrocería te vendrán bien, además de algún pulpo suplementario en la maleta tanto para asegurar las maletas mejor como para los "bultos sobrevenidos" (la sombrilla, que no llevamos desde casa pero optamos por comprar en Mallorca y llevárnosla para el resto del viaje, atada con uno de esos pulpos y atravesada sobre las maletas GIVI, en el hueco entre el asiento del pasajero y el topcase). La primera vez que las montas suele ser complicado y largo hasta que le pillas el punto; las siguientes veces en cinco minutos están montadas o desmontadas, y como llevan unas bandoleras y asas además de las correas de sujeción a la moto, las llevas como una maleta o bolsa de viaje normal.

Vitoria Barcelona

Disponíamos de todo el día para llegar a Barcelona, así que trazamos una ruta alternativa a la tradicional por autopista (vía AP68 y A2-AP2, por Zaragoza), recorriendo más carreteras secundarias y pasando por Pamplona y Huesca, incluyendo una breve parada en los Mallos de Riglos.

Una vez cargada la moto con las maletas laterales, el topcase trasero y el espacio bajo el asiento, más piloto y ocupante, la verdad es que la manejabilidad de la moto, sobre todo en parado, empeora; hay que hacerse con el tamaño de las maletas, sobre todo si están extendidas en su máxima extensión, porque acostumbrados a la anchura normal de la Maxsym, los 30-35 cm de más a cada lado se notan mucho, sobre todo en aparcamientos, tráfico urbano y maniobras.

En carretera y autopista ningún problema; el viento se nota un poco más que sin maletas, pero no demasiado. La potencia de la Maxsym 600 es suficiente para subir puertos o adelantar, no se echa en falta más empuje, siempre que no se superen (mucho) las velocidades legales. La moto se portó perfectamente, sin ningún problema, en el primer gran trayecto de 520 km seguidos, a velocidades legales (o casi ;-) y completamente cargada hasta las cartolas (literalmente).

Llegamos a la terminal de ferries de Balearia al atardecer, aparcamos la moto en el parking de la terminal y esperamos al embarque.

Ferry Barcelona-Palma.

Tras la espera habitual (en general, te piden que te presentes con al menos 90 minutos de adelanto respecto al horario de salida, aunque el "movimiento" -el embarque- no se produce hasta una media hora antes, habitualmente), el embarque es muy rápido, las tarjetas de embarque te las puedes imprimir en casa y no tienes ni que pasar por la taquilla, vas directamente a la zona de aparcamiento, donde siempre hay operarios de la naviera que comprueban tu documentación y te indican, según el tipo de vehículo, dónde colocarte para esperar a subir al barco. El acceso al barco es algo peligroso; la superficie metálica del suelo de las cubiertas del ferry, bastante sucias de grasa, son muy resbaladizas, y el espacio para moverse es muy limitado. En este caso subimos los dos en la moto, pero en otros ferries solo permitían subir al piloto y el pasajero embarca por separado, como un peatón.

Los operarios del barco atan las motos a unas argollas del piso con eslingas; hay que tener cuidado de que las anclen correctamente sin dañar la moto: hay quien coloca cartones, piezas de tela o almohadillas entre las correas de sujeción y la moto para evitar que se dañen o rayen la tapicería del asiento o los plásticos del túnel. En mi caso, no tomé esta precaución porque me pareció que las eslingas eran suficientemente anchas y no estaban tan sucias.

En la bodega de aparcamiento se pueden dejar las maletas laterales sin problema, aunque os aconsejo poner un par de candados sencillos, de los de código numérico, atando las cremalleras de cada maleta (las GIVI están pensadas para esto, llevan unas argollas ad hoc), para disuadir a los posibles chorizos; son muy fáciles de reventar, pero al menos dificultan la tarea.

Como el espacio bajo el asiento iba repleto de equipaje, los cascos nos los subimos con nosotros, junto con una mochila con lo imprescindible para pasar la noche y cambiarnos al día siguiente. Salimos de Barcelona a las 23:00, muy puntuales, y la hora prevista de llegada a Palma era las 7:00.

La travesía es cómoda y se hace relativamente rápida si consigues dormir en el camarote; los espacios comunes del barco (salas de butacas y cafeterías) se convierten en zonas muy masificadas, ruidosas y con poco y mal espacio para echar una cabezada, por lo que en este trayecto recomiendo coger camarote; éstos son mínimos, con literas, pero tienen un aseo con ducha y la intimidad necesaria para descansar, dejar las cosas mientras vas a dar una vuelta por cubierta, cenar o contemplar el mar... también recomiendo llevarse en la mochila un par de bocatas y bebidas: las comidas y bebidas en el barco, además de caras, hay que conseguirlas tras esperar colas importantes: a todos se nos ocurre lo mismo en el mismo momento, y los bares y cafeterías de estos barcos son mínimos, con poca variedad y un servicio no muy eficaz.

El desembarco en Palma se hace mucho más rápido que el embarque, media hora antes de la llegada te avisan para desalojar el camarote e ir bajando a la bodega para retirar los vehículos.

Mallorca

Nuestro hotel en Mallorca estaba en Peguera, un pueblecito no muy grande a unos 20km al Oeste de Palma. Nosotros optamos por quedarnos en Mallorca una semana, porque el objetivo principal del viaje era el descanso y disfrutar de la playa, la isla ya la conocíamos de anteriores viajes y lo que hicimos fue descansar, tomar el sol, algo de snorkel, disfrutar de las aguas cristalinas de Mallorca, recorrer algunas calas cercanas como Cala Fornells, y alguna visita esporádica a Palma y Andratx y lugares cercanos (Sant Elm, por ejemplo, un pueblecito encantador muy cerca de Peguera y Andratx)

Hay otras muchas rutas muy interesantes para andarlas en moto, como la ruta a Sóller atravesando la Sierra de la Tramontana, o hacia Alcudia, Pollença y el cabo Formentor, al Noreste de la isla, o la zona Sur cercana al parque natural de Cabrera, y las calas más chulas de Mallorca, hacia el Este (Cala D'Or, Cala Murada, las cuevas del Drach y Manacor, Cala Bona, Cala Millor, Cala Ratjada o Cala Mesquida). Nosotros ya habíamos recorrido todas esas rutas en viajes anteriores y preferimos el relax en la playa y los recorridos cortos de la zona Suroeste, alrededor de Palma, Peguera, Andratx y Sant Elm.

Ferry Palma - Ibiza

El Ferry hacia Ibiza es más pequeño que el de llegada a Palma desde Barcelona, y más fácil de embarcar y desembarcar, por tanto. Eso sí, como dato interesante que os puede venir bien conocer, tened en cuenta que la naviera (Balearia, en este caso) nos adelantó dos horas la salida del ferry, avisando con una semana de antelación por correo electrónico, eso sí, pero haciéndonos pegar un pequeño madrugón no previsto (salida a las 8:00, y como hay que estar 90 minutos antes, pues el gallo cantó hacia las 5:00... muy duro tras una semana de relax absoluto playero L). Pero atentos a las comunicaciones por correo electrónico, que las carga el diablo.

El embarque, anclaje de la moto y desembarque fue rápido y sencillo; la travesía, de unas 3 horas y media, se hace muy corto en comparación con el de llegada a Palma, y a poco que te tomes algo en la cafetería y eches un sueñecito, salgas a cubierta a tomar el aire y ver salir y llegar de los puertos de origen y destino, el trayecto se hace ameno y no es necesario en absoluto pillar camarote: con una butaca o incluso sin acomodación, en la cafetería, se puede pasar el rato sin problema y realtivamente cómodo.

Ibiza

Para nuestra estancia en Ibiza elegimos, a propósito, un sitio alejado de los núcleos de actividad nocturna y fiestera más típicos de la isla (Ibiza, Sant Antoni de Portmany o Santa Eularia), y buscamos una zona que ya habíamos conocido en viajes anteriores y nos pareció encantadora, el extremo Noreste de la isla, Portinatx. Tiene calas preciosas, muy poco transitadas (o no tanto como las más conocidas), y un turismo menos centrado en el pim-pam-toma-lacasitos, el Pachá y las pastillas de colores, y más orientado al senderismo, los paisajes, las puestas de sol y el relax. En el hotel, mismamente sobre la playa "S'arenal petit" de Portinatx, incluso había algún motero más, además de una invasión de italianos notable...

En Ibiza hicimos algo parecido a lo de Mallorca, pero en solo tres días; recorridos cortos por las calas más próximas, relax, playerismo y snorkel a discreción. Ibiza la conocíamos ya de viajes anteriores y nos atraía más el descanso que las rutas (que pueden ser interminables, tiene preciosas calas para aburrir...), y nos limitamos a visitar las calas próximas de Portinatx, S'Arenal Petit, S'Arenal Gran, Cala Xarraca, Cala Xuclar, Illot des Renclí,... y el pueblito más próximo, San Joan de Labritja, en una rutita circular muy corta y agradable.

Ferry Ibiza - Formentera

Si el anterior ferry Palma-Ibiza era un barquito comparado con el transatlántico Barcelona-Palma, el Ibiza-Formentera era una txalupa, una trainera a todo tirar... para empezar, se puede llegar con solo 30 minutos de antelación a embarcar, y tanto el aspecto como laa antigüedad y condiciones del barco nada tienen que ver con los anteriores.

Como el trayecto solo dura media hora más la salida y entrada en los puertos, no te da tiempo más que para contemplar la bonita vista de la fachada al mar y la ciudadela de Eivissa, los faros de Ses Portes y del islote d'Espalmador, y las playas del norte de Formentera, Ses Illetes y Llevant, y hasta de refilón según te alejas de Ibiza, los islotes de Es Vedra y Es Vedranell. El puerto de Formentera es muy pequeño, y se ve que hay mucho turismo de día, que llega y se va desde Ibiza: luego veremos que esto se nota en las "horas punta" de las playas más concurridas.

Formentera

Nada más desembarcar en Formentera se nota otro ambiente distinto; el turismo es de gente más joven que en Mallorca, ya no hay alemanes como allá, sino que abundan los italianos, y sorprende la invasión de.... ¡¡¡Scooters!!!. Definitivamente, Formentera, además de una isla bellísima, pequeña, acogedora y agradable, es "Scooterlandia". Vayas a donde vayas te encontrarás una fila de scooters, casi todos 125, de alquiler. Se ven pocas motos más grandes, y tampoco existe una invasión de coches de alquiler como en Ibiza o Menorca.

Esta islita de juguete no tiene más que 80 km2 de extensión, algo así como 10 km de extremo a extremo, como un barrio pequeño de Madrid, solo que con una población fija de 12.000 habitantes... y una flotante (durante el día, de ese "turismo-de-ida-y-vuelta-en-ferry-desde-Ibiza") que puede quintuplicarla. Aquí sólo habíamos venido, claro, en un día desde Ibiza, y por tanto nuestra intención era recorrerla de extremo a extremo, lo que tampoco es muy difícil. En los tres días que pasamos aquí creo que nos recorrimos los cuatro costados de la isla, sus tres extremos (forma una especie de triángulo con forma de zapato de tacón; quizás por eso atrae tanto a los turistas de la bota italiana ;-) con sendos faros en sus tres esquinas finisterras: el de Barbaria, al Suroeste, el de La Mola, al Sureste, y el D'En Pou, al final de Ses Illetes y el islote d'Espalmador, al que no se puede acceder por carretera.

Las playas son caribeñas, de aguas turquesa increíblemente transparentes y arenas finas, y la isla está rodeada de ellas: Cala Saona a poniente (donde nos alojamos), el Mitjorn a mediodía, Es Caló a Levante y Ses Illetes, Llevant y Es Pujols al Norte.

Esta isla nos ha enamorado, no tiene mucho que ver con las otras islas baleares más grandes, tiene otro ritmo, otro paisaje, y nos fuimos convencidos de que volveremos, aunque -a poder ser- no en temporada altísima, para evitar la acumulación de gente que colapsaba algunos sitios; aún así, había verdaderas joyas inauditas en Agosto, como playas desiertas, minúsculas calas sin nadie... y pueblecitos encantadores como San Francesc Xabier o San Ferrán, que aunque muy turísticos y remozados, conservan un sabor de pueblo mediterráneo pequeño, auténtico.

Otra diferencia entre Formentera y Mallorca, por ejemplo, es que muchas de las vías de acceso a las playas y calas son de tierra, como ocurre en muchas partes de Ibiza también, así que prepararos a que vuestra moto se quede teñida del color terroso de los caminos. El filtro del aire lo habrá sufrido, seguro (todavía no he tenido tiempo de desmontarlo y limpiarlo, a la vuelta), será necesaria una limpieza a conciencia o directamente, cambiarlo.

Ferry Formentera-Denia

El viaje de vuelta nos deparaba la única incidencia reseñable con la moto: por un despiste tonto, y porque el Ferry Formentera-Denia llegó con más de una hora de retraso, dejé el contacto puesto, con las luces y el móvil conectado a la toma USB consumiéndome la batería durante algo así como media hora, tanto que se la comió casi entera. Me di un susto de muerte cuando, al intentar arrancar vi que el motor de arranque no giraba. Afortunadamente, seguí el consejo de un buen amigo (¡gracias, Txente!) y dejando descansar la batería sin hacer nada durante media hora, al volver a intentar arrancar, milagro, arrancó. Parece ser que los electrolitos de la batería se reconcentran o se autorrecarga mínimamente de alguna manera con el reposo, lo justo como para mover el motor de arranque. No pasó de un susto pero podría haber sido un desastre: a ver quién es el guapo que empuja la Maxsym con sus maletas y equipaje rampa arriba del ferry, más la movida de recargar o remolcar,... en fin, solo un susto pero que pudo haber sido un problemón, y se quedó en un aprendizaje: ¡nunca dejes el contacto puesto más allá de unos pocos minutos, o tu batería puede morir!


El ferry desde Formentera a Denia hace escala en Ibiza, y por culpa de la mala organización (o por el exceso de pasaje) hubo que desembarcar y volver a embarcar en la escala para que salieran algunos vehículos atrapados. A pesar de todo, el trayecto, de cuatro horas en total, también se hace corto, y el desembarque en Denia es fácil y rápido.

Denia a Vitoria

Llegamos a Denia a las 15:00, con una hora de retraso respecto al horario previsto, y el recorrido de vuelta a casa, que preveíamos sosegado y tranquilo, aunque largo, 640 km, se nos aceleró un tanto. Parada de rigor en Calamocha, algo de viento lateral por tramos, y -una cosa que no habíamos detectado porque habíamos evitado conducir de noche- lo bonitas que son las puestas de sol en las llanuras aragonesas-navarras entre Zaragoza y Tudela. Por cierto, otra cosa que no habíamos notado al no circular de noche es que con laMaxsym cargada hasta las cartolas y con dos pasajeros, las cortas pasan a ser largas y las largas iluminan los letreros superiores de la autopista. Menos mal que solo hicimos un último tramo de menos de 100 km de noche cerrada hasta casa, y precisamente es el tramo más conocido para nosotros, pero si tuviera que recomendaros algo concreto para este tipo de viajes tan cargados seria aprender de antemano cómo se regula la altura de las luces de la moto (confieso que todavía no lo he averiguado).

Llegamos a casa antes de media noche, que no está mal para 640 km, no todos de autovía, paradas incluidas y con zonas con fuerte viento lateral que nos obligó a bajar la velocidad de crucero por debajo de 100km/h en varios tramos.

Conclusiones y consejos

La primera conclusión: es posible hacer viajes largos, complejos, con un maxiscooter como la Maxsym 600. Incluso llevando equipaje para varias semanas, utilizando unas maletas laterales desmontables, el viaje se puede hacer conservando niveles de confort, seguridad y comodidad bastante aceptables. La Maxsym es fiable, no da problemas (si no eres demasiado patán, como yo, y no tientas a la suerte dejándote el contacto puesto L) y te permite hacer un viaje largo, de 2.000km, sin preocuparte de su fiabilidad, tomando las precauciones lógicas en cualquier viaje: salir con la moto en condiciones, revisada y a punto.

La segunda: hay que perder el miedo al ferry. Para acometer viajes largos en la moto, es una ayuda enorme: te evita trayectos muy largos (ejemplo Barcelona-Roma) u otros que si no serían imposibles (entre islas) y pueden ser partes del trayecto tan placenteros como conducir tu moto.

La tercera y última conclusión: merece la pena visitar Baleares en moto. Cualquier isla mediterránea lo merece -inciso: debo confesar que este viaje se me incrustó entre ceja y ceja cuando, el verano pasado, en un viaje por Córcega y Cerdeña, vi un montón de motos, la mayoría BMWs RT y GS, compartiendo los mismos ferries que nosotros, y me dio tanta envidia que me propuse que el próximo viaje a islas mediterráneas sería así, en moto. Todo acompaña aquí para usar la moto: no nos llovió ni un solo día en dos semanas, hay muchos sitios que si no es en moto son poco accesibles, y el coste del ferry es más ajustado que con un coche.


Y algunos pequeños consejos útiles (espero) para este tipo de viajes:

  • Reserva los ferries con mucha antelación (los camarotes se agotan, sobre todo en temporada alta), viaja con camarote en trayectos nocturnos y largos, y estate atento al correo electrónico por si los cambios de horas.
  • Prueba a montar las maletas laterales antes de salir: una vez que aprendes el sistema ideal, es muy rápido y fácil, pero la primera vez puede ser endemoniadamente difícil acertar.
  • No olvides, si montas las maletas laterales, que "mides" bastante más de ancho que sin ellas; callejeando por ciudad, aparcando o en maniobras casi en parado la inercia de las medidas a las que nos hemos acostumbrado te pueden dar una sorpresa desagradable. Es difícil mantenerse alerta, y de manera natural, como no las ves, al rato se te olvida que las llevas...
  • Un par de candados para cerrar las cremalleras de las maletas laterales no evitan un robo pero disuaden y unas pequeñas piezas de tela pueden evitar que los ganchos de los pulpos arañen la carrocería.
  • Llévate al ferry una mochila con un par de bocatas y algo de beber; en el barco hay cola para cualquier compra y los precios son caros para la calidad de los productos que venden.
  • No dejes la moto con el contacto puesto (luces y otros cachivaches conectados) más de 10 minutos: te juegas la batería, y una chorrada como esta te puede costar un disgusto tremendo.
  • Entérate cómo va la regulación de la altura de luces delanteras si vas a cargar mucho la moto: si no, alumbrarás el cielo y deslumbrarás a los contrarios.
Alegría-Dulantzi, 2 de Septiembre de 2019.  -  Fernando